Ingreso potencial por rentas

Una propiedad con propiedad fraccionada puede ser alquilada a corto o largo plazo, siempre que el acuerdo de copropiedad (y las regulaciones locales) lo permitan. Dependiendo de los términos del acuerdo, todos los copropietarios pueden recibir una parte proporcional de los ingresos por renta.

Menor carga de mantenimiento y gestión

La mayoría de los acuerdos de propiedad fraccionada incluyen disposiciones para una gestión a largo plazo del inmueble, donde los propietarios deciden cómo se manejarán los asuntos operativos. Usualmente, el mantenimiento de propiedades con copropiedad se delega a una empresa de administración externa.
Si la propiedad compartida se considera una “tenencia en común”, los copropietarios podrían optar por un enfoque más informal y asignar las tareas de gestión entre los miembros del grupo.
Cuando se adquiere una propiedad vacacional fraccionada a través de una entidad, el costo de propiedad suele incluir mantenimiento preventivo, limpieza y administración del inmueble.

Costos compartidos de mantenimiento

Bajo el modelo de propiedad fraccionada, solo eres responsable de una fracción proporcional del mantenimiento y los gastos del inmueble. Esto incluye impuestos, cuotas de mantenimiento (HOA), reparaciones, jardinería, servicios, administración de la propiedad y otros gastos relacionados con la copropiedad.

Derechos de uso

A diferencia de las rentas vacacionales a corto plazo, la propiedad fraccionada implica que eres propietario real de una parte del inmueble, lo cual te otorga el derecho de uso según tu participación. Por ejemplo, si tienes una cuarta parte de la propiedad, tienes derecho a utilizarla durante una cuarta parte del año —es decir, tres meses— conforme al acuerdo de copropiedad fraccionada.
Puedes disfrutar de la propiedad al máximo dentro del tiempo que te corresponde.

Propiedad fraccionada con escritura

A diferencia de un tiempo compartido, la propiedad fraccionada con escritura te otorga un título legal sobre una fracción del inmueble (también llamado “interés fraccionado”). Esto significa que el valor de tu participación sube o baja conforme al valor del mercado inmobiliario de la propiedad.
Cualquier aumento en el valor se divide proporcionalmente y se convierte en plusvalía para todos los copropietarios.